Adiós

Lo fácil fue empezar a escribirte,
lo difícil fue terminar este poema.

Invierno

Tengo razones para odiarte,
para tenerte en la lejanía
y no recordarte como siempre.

Tengo 2 ó 3 minutos huéspedes
que me interrogan todas las noches,
un pasatiempo con tu nombre
y mil formas para estar despierto.

Tengo un café rancio,
un blog olvidado y unas manos temblorosas,
tengo un ojo vago y el otro ciego.

Tengo una guitarra desafinada, de 4 cuerdas,
una nota ácida y un mensaje en espera,
tengo en las ventanas el aire y en mis sabanas el frío.

Tengo el invierno volando sobre mí
y mil horas descolocadas.