Esto es así.

Que la vida es así,
no le busques más explicación,
que la que tus propios ojos puedan llegar a entender.
Pero debes de saber que por desgracia,
no tenemos visión nocturna,
así que siempre se nos escapará algo,
y eso nos lleva a la colosal e irrefutable conclusión de,
¡hay que tener mucho cuidado por la noche!

También debes de tener en cuenta,
que levantarse temprano a nadie le gusta,
pero si comer bien y tener el armario llenito de ropa.

Con los años aprenderás que esto de vivir,
es más difícil de lo que uno pensaba,
y mantenerse de pie cuesta, ¡joder que si cuesta!

Hay días que... ¡para que levantarse!
y otros, que cuentas los segundos antes de irte a dormir.
Como cambia el cuento,
cuando uno es el responsable,
de llenar el frigorífico de comida.

Pero esto es así;
cásate con tu pareja y con la hipoteca,
mira a ver cuántos hijos tienes,
cómprate un televisor grande, ¡no! ¡muy grande!,
un coche, si pueden ser dos o más mejor,
cuida de tus hijos y espera a que te salgan bien,
y reza a quien quieras para que no te venga una desgracia.

Esto es así, la vida en estado puro, la vida que hemos creado.
Pero no todo es como lo pintan,
ni como quisierais que algunas veces fueran las cosas,
no todo está en el vértice del desastre, ni los males duran mil años, ¡que se sepa!
Cada paso que demos, será una vista al frente que llenaremos de posibles,
y aunque esto parezca a veces un naufragio,
la vida siempre nos seguirá dándonos razones.
Así que, no te quejes y ríete algo más,
el día menos pensado todo termina.

Ahora (Paredes)

Cuantas veces se desmorono la vida como ahora,
cuantas veces deseaste que todo fuera más sencillo,
como lo estoy deseando yo ahora.

Cuantas veces te faltaron alientos,
para decir las palabras adecuadas,
con el valor necesario para enfrentar a tus miedos,
como ahora lo siento yo.

Cuantas veces el amor te llevo a ninguna parte,
cuantas veces tuviste que volver a guardar los besos que diste,
o aquellos que soñaste pero nunca se cumplieron,
como los que yo sueño ahora.

Cuantas veces te han sobrado las explicaciones,
y aun así nadie te entendía,
porque lo que querías era volar a tu manera,
como quiero yo ahora.

Cuantas veces te sentiste fuera de lugar,
a punto de explotar y dejarlo todo por nada,
cuantas veces estuviste a punto de cumplir un sueño,
como lo estoy yo ahora.


Y no somos tan diferentes,
aun que creas que yo ya vuelvo cuanto tú vas,
si continuas, yo seguiré.

De cuando viajaba.


Viaje, destino a ninguna parte,
por una canción desesperada,
escrita bajo una alas abandonadas,
para hacer oda al olvido con versos de suspiro,
en voz tibia y tenue,
anclado en balcones ajenos, con una vela de guía
y un ramillete de intenciones, con el fin de saborear,
el beso sin remedio de la poesía, que poso en el poeta.

Viaje, destino a ninguna parte,
franqueando las fronteras del delirio, de la bandera extranjera,
acompañado de un otoño ambulante de lenguas viperinas,
con frentes marchitas de cuellos de cisne,
en el dorado de mis años de cuando fui feliz,
bajo el cielo de una ciudad,
cuyo nombre no quiero recordar.

Viaje, destino a ninguna parte,
con el alma recorriendo las calles,
aquellas que nos vieron nacer,
donde tantas veces le robamos a la luna su filosofía.
Y ahora en el curso de este olvido pienso,
que no es cuestión de detener el tiempo,
ni que escapar fuera la solución.
Seguirán pasando las cosas aunque no estés,
y puede que eso, sea lo más insufrible de todo esto.