El viaje

Empecé a escribir a los trece años.
Aunque lo intento no recuerdo cual fue el primero,
ni puedo recrear con mi memoria el momento.
Detrás quedan torres de papeles,
que a veces olvido tener presente,
demasiadas cartas para nadie,
noches en vela y un escritorio desolado,
gritos, silencios y una leyenda aún por descubrir.
Quedan fotografías, abrazos, besos perdidos,
caminos infinitos que nunca nadie descubrirá,
libros de mesita de noche, estanterías llenas de dudas,
mil calvarios, canas enredándose con el sol,
mañanas estúpidas discutiendo con el reloj,
y un santuario de lágrimas que he ocultado.
Empecé a escribir a los trece años,
y seguiré haciéndolo pase lo que pase.
Esa es mi verdad.

Dedicado a I.C