Si existieras (La vida de los árboles)

Si existiera un lugar aun fuera minúsculo,
te crearía sin más demoras,
te adoraría sin más preámbulos ni escusas,
haría mandar que borrasen los quizas
o incluso los todavías.
La espera llegaría a un fin glorioso,
sencillamente, al encuentro de tus ojos.

Si existiera una leve forma de tu estado
entre mis manos y lo que sueño,
posaría esa esencia en mi versos dormidos,
los cultivaría en ese invierno febril de recelos
para luego, al llegar la primavera florecer a tu lado.

Si existiera en este mundo una palabra
que pudiera resumirte, la robaría,
haría desaparecer de los diccionarios
cualquier definición que se aproximara a ti,
andaría anunciando que nadie te vio,
que tu voz se marcho con la lluvia de una noche de otoño,
reinventaría el día y la noche
y le diría a la luna, que nunca hubo pecado si no pasión.
Te guardaría en un frasco de cristal, al lado de mi fragilidad
porque ellos nunca entenderían qué tú,
eres todas las palabras que escribo.

Con la vida entre mis manos.

Para aquellos que conociéndome aun me quieren,
para los que se acuerdan de mí,
para aquellos que se preocupan por mí día a día,
y para los que me regañan y me dicen las verdades.

Para aquellos que me esperan con una sonrisa,
para los que saben perdonar mi errores y elogiar mis aciertos,
para los que aguantan mis manías y me ayudan a vivir con ellas,
y para aquellos que siguen leyendo mis poemas.

Por la gente que me quiso y ya no está a mi lado,
por los buenos y malos momentos que me enseñaron,
por los que me mienten y hablan mal de mí sin atreverse a mirarme.
(les regalo un minuto de paz para que miren en su interior)

Por aquellos que perduran en mi vida,
los que me hacen llorar y luego,
aun tienen tiempo para abrazarme,
por los que me odian y me rechazan,
por aquellos que no consiguen entenderme,
y por los que quisieron olvidarme sin más.

Por el mundo que observo cada mañana,
desde este cristal minusculo, personal e intransferible,
por lo que amo, lo que deseo y por lo que sueño.
Por todo lo que anhelo, en definitiva,
gracias por ayudarme a ser y vivir tal y como soy.