Últimos versos (Paredes)

Si lo insufrible fuera recordarte
no te recordaría como te recuerdo,
olvidaría todo lo vivido,
dejaría que el tiempo se adueñara de mis actos,
renunciaría al paso de los días,
y al sentir de las cosas
con las que me rodeo en tu ausencia.

Si lo insufrible fuera saber
que ya no soy amante de tus palabras,
que el amor se fugo a otros lugares
donde ya no habito contigo,
entonces, ¡qué razón tendría para seguir escribiéndote!

Si lo insoportable fuera averiguar
que ya nada me queda de tus aromas,
de tus ropas en mis cajones,
de tus cabellos bailando por la casa,
denunciaría al mundo por no acometer justicia
ante tal injusticia en la que vivo.

Si lo insoportable fuera
no escuchar ya tu voz por las mañanas,
dejar de escribirte notas en las ventanas
o prepararte el desayuno,
¡para que seguiría escribiéndote entonces!

Lo insufrible, lo insoportable, querida compañera,
no es saber de tu ausencia en mis días,
si no averiguar que aunque tú no estés, la vida continuará.



Nada nos hará cambiar,
nada nos hará temblar,
porque nada será más fuerte que el primer beso de un amor.