Despedida


Ya sé que ningún verso te hará volver,
y nada de lo que haga o deje de hacer
me devolverá el dolor consumido,
o las lagrimas derramadas de aquel tiempo,
donde empecé a vivir por primera vez.

Ya sé que ningún poema me llevo a encontrarte,
y que las rimas no me ayudaron a dormir en paz.
Pero ahora te entiendo, hay cosas que terminan, y punto.

Últimos versos (Paredes)

Si lo insufrible fuera recordarte
no te recordaría como te recuerdo,
olvidaría todo lo vivido,
dejaría que el tiempo se adueñara de mis actos,
renunciaría al paso de los días,
y al sentir de las cosas
con las que me rodeo en tu ausencia.

Si lo insufrible fuera saber
que ya no soy amante de tus palabras,
que el amor se fugo a otros lugares
donde ya no habito contigo,
entonces, ¡qué razón tendría para seguir escribiéndote!

Si lo insoportable fuera averiguar
que ya nada me queda de tus aromas,
de tus ropas en mis cajones,
de tus cabellos bailando por la casa,
denunciaría al mundo por no acometer justicia
ante tal injusticia en la que vivo.

Si lo insoportable fuera
no escuchar ya tu voz por las mañanas,
dejar de escribirte notas en las ventanas
o prepararte el desayuno,
¡para que seguiría escribiéndote entonces!

Lo insufrible, lo insoportable, querida compañera,
no es saber de tu ausencia en mis días,
si no averiguar que aunque tú no estés, la vida continuará.



Nada nos hará cambiar,
nada nos hará temblar,
porque nada será más fuerte que el primer beso de un amor.

Carbonizándome

Me estallaron,
me dividieron en mil partes,
me fragmentaron con palabras,
me aterraron con sus gestos,
me confundieron con sus sonrisas,
me difuminaron con versos intrusos,
me claudicaron, me sellaron,
¡bailaron con mi dolor!,
trajeron a mi casa mil recuerdos tronados,
me llevaron al fin del mundo,
me dejaron caer entre humos y ausencias,
y cuando todo termino ¡mintieron!, borraron y siguieron.

Lo peor no es haberlo vivido
Si no acostumbrarte a vivir con ello.

Entre paredes (exiliado de corazón)


De ti escribí estos versos consumidos,
los guarde en esta casa, calle espejo, número 5
entre paredes enloquecidas,
confesoras de mis actos completos
que plasme en tus ausencias.

Después falsifique el día y la noche
para que la lógica diera su último golpe,
y se desplomara entre mis pies.

Pase las horas congelando recuerdos,
enmarque las sonrisas y abrazos,
dibuje las calles por donde anduvimos,
ilumine cada rincón de tristeza que vivimos,
difumine los miedos que nos arrebato el tiempo
y reconstruí la estación donde me despedía,
donde me besabas entre la multitud
y con tus ojitos llorosos me hablabas de eternidad.

Es por ti que mantengo este recuerdo,
y aunque se convierta en mi condena no podría abandonarlo,
sabes mejor que yo que el corazón no tiene formulas.
Aguantare hasta los ochenta, hasta que vuelva otro ángel.

Es posible

Aprendes y aun te queda mucho,
te miras con el reflejo de las mañanas
y te haces creer que vas bien,
ese ímpetu te ayuda y te matará.

Buscas sonrisas de cualquier forma,
como ingrediente para sanar los desastres,
piensas que eso será la solución para poder seguir.

Aprendes que los sueños se pueden cumplir
pero el tuyo nunca termina por hacerse del todo,
piensas que el amor es real pero te aburre esperar.

La desesperación te agudiza las tardes,
las palabras vuelan, estas sin estar,
hoy terminaras haciendo lo mismo.

Intentas averiguar cuál es la imperfección,
qué demonios ocurrió cuando saliste al mundo
y saber quien puso tantos obstáculos,
porque últimamente no cesas en tropezarte.

Aprendes y aprendes pero no terminaras de saber,
vuelves a intentarlo cada mañana,
te vuelves y revuelves, enredas y desenredas,
quieres más y no sabes cómo,
no sirve,¡ grita más fuerte!.

Buscas en los libros, en las calles, en los ojos de lo desconocido,
debe haber algún sitio que sea tu lugar para sentirte realmente tú.

La mala suerte es un invento de los mayores,
eso no existe ni quieres esperar a los cien años
y por más que dure si es que algo pueda durar,
ahí estarás preparada con la ilusión renovada,
el acorde ajustado y las manos afinadas.
Pero ya sabes que el cuento ya termino hace tiempo,
hoy volverás hacer lo mismo.
No lo dejes, estas a punto de averiguarlo.

¿dónde estás?

Te lo pido con mesura,
una tregua para mis suspiros,
una luz de colores que perdí,
y una sonrisa para cuando me quede solo.

Te pido sin mesura una hora punta solitaria,
un verso callado en tus labios,
un racimo de estrofas envejecidas
y una tarde de poesía para seguir soñando.

Te lo pido con mesura
pero no tardes en encontrarme,
me vienen buscando y ya afinan sus pasos,
se me terminan los artificios,
me agotan los días
y se me acaban las noches.

Te lo pido sin mesura,
apresura tus intenciones,
alza tus pretensiones,
irrumpe la calma de mis dudas,
¡sal!, grita si fuera necesario
y hazme creer que todo no fue un error.

Te lo pido por última vez ante notario
y al instante olvidare
lo insufrible que es recordarte.
Te lo pido, déjame volver a vivir.

...

"Cuando escribo me reflejo ante mi YO, veo con claridad quien soy. A veces me cuesta seguir, no todo lo que veo me gusta, no todo lo recuerdo como yo pensaba. Mi sufrir es mi mayor placer, la poesía”

Goodbye

Confieso que he bebido no para olvidar si no para desaparecer,
que he fumado a cada segundo
pensando que al final de la última calada todo cambiaria,
que he soñado en volar acompañado de dos hechiceras
al son de Sabina cantando a Neruda,
y después soltar por mi boca; contigo y sin ti.

No puedo negarlo, se me indigesta esta ciudad,
el paso cansado de sus aceras me derrama tristeza,
sus gentes irreflexivas que juegan con el aburrimiento,
me abordan a preguntas y luego se marchan callados,
¡y los árboles!, no me dejan contemplar el cielo.

No puedo evitar mirar con el ojo vago
las mujeres que pasaron por mi vida,
a ninguna le debo nada, nada se llevaron
pero al menos una marchito mi frente,
y con eso me fue suficiente para saber a donde no debo volver nunca.

Confieso que en mi viaje mire más de una vez por el retrovisor,
testifico que con mentiras enamore alguna extraviada de última hora,
burdas señoritas de insípida belleza maquillada para la ocasión,
que especulan que aprovechar el tiempo es ir saltando de lecho en lecho,
dejando un adiós mudo en cada despedida.

Desperdicie por mis manos malabarismos de farándulas extranjeras,
para luego con una carcajada solucionar todo y nada a la vez,
para ver pasar por mi puerta los días perseguidos por la rutina.
Y finalmente, manifiesto que después de todo,
me dedico a escribir, porque es lo único que puedo sentir que es mío.

Poema 47. Recuerdos de un exiliado. - Vengo -

Vengo de ti,
vengo de muy lejos
y me marche antes de que nadie me viera,
llegué a donde nadie estuvo,
allí donde nada se perdió,
donde las olas salpican el cielo,
donde las palabras toman vida,
donde las miradas hablan y sellan instantes.
Vengo de tus ojos puros,
que me recuerdan la vida que ya perdí,
en ser lo que nunca llegue a ser.

Vengo de mí,
del verso caído ensimismado en una tarde gris,
del paso casando de un camino entre ramas añiles.
Vengo de donde los números no existen
y la lógica juega con la locura al escondite.

Vengo de una calle reticulada, furtiva de media noche,
de vistas en barrotes y muros rojizos inanimados,
vengo de labios pesados y amores abatidos,
de pasillos infinitos y techos alzándose por las nubes.

Vengo fragmentado en mil recuerdos,
de días repletos y tardes precisas,
de aromas que no puedo olvidar,
vengo de la vida que guarde cada noche
entre tinta y rimas afinadas al son de mis latidos.

Vengo de ti, de mí,
del recuerdo que me convierte en frágil
y me hace cada día ser más humano.
Te escribo con la mirada firme
¡esto es en lo que me he convertido!
Esto es el son de mi vida, las palabras.

Resumiendo

Debo reconocer que nunca coleccioné cromos,
en mis juegos, yo era el único actor principal,
y la soledad terminó por dejar de ser un factor sorpresa en mis días.
Debo declarar que tardé más de lo previsto en hablar, mi voz llegó tarde.
Debo afirmar que nunca fui buen estudiante,
el aburrimiento de aquellas clases me enseñaron a hacer trampas al tiempo,
y a pintar en las esquinas de aquellos libros, que todo lo que me enseñaron lo olvidé.

Debo decir que crecí con la resignación entre las narices,
y a base de autoridades aprendí que el miedo era algo más con lo que vivir.
Debo confesar que las niñas me salían corriendo por las esquinas,
y nunca tuve las llaves para poder abrir puertas.

Debo apuntar que una vez soñé con ir a Nueva york
y hacer escala en París,llevar un sombrero al estilo Charles chaplin
y bailar bajo la lluvia,mientras sonaba una dulce melodía tocada al piano por Pierre Bachelet.
Debo decir que una noche dormí en un banco acompañado con la luna,
que yo fui de esos que se pasaron una tarde llorando
porque no me volvería a llamar nunca más,
y que los golpes que más me dolieron no fueron con los puños.

Debo reconocer que he vivido más despedidas que bienvenidas
y que sufrí las incomprensiones de mi tiempo
porque enmarcaba los pasos a destiempo llegando siempre tarde
y quedándome fuera de lugar,
que nunca tuve una guía para marcar los errores
y en las canciones depositaba mis afanes de conquistar los amores
que fui perdiendo por… y que va a pensar.
Debo señalar que una vez llene mis paredes de pósters de colores
y aun así no me cambió la cara de trasnochado que mantengo,
debo revelar que fui ladrón de faldas y creador de besos fantasmas,
que escribía versos de amor impregnados de desamor
y que aún guardo las cartas que una vez me escribió mi primer amor
para acordarme que una vez fui capaz de amar.
Debo explicar que la última vez que dejé de querer no derrame ninguna lágrima
y al golpear mi pecho de rabia me brotó un suspiro en forma de hojalata.

Debo decir que probé los placeres de la vida sin disfrutar el momento,
siempre agotando el último soplo para empezar de nuevo algo diferente.
Debo asentar que más de una vez engañé y algo más defraudé a quien me quiso
y en la indiferencia me vencieron los nervios como otras tantas cosas que nunca superé,
debo reconocer que me inventaba habilidades que no tenía
y cuentos que nunca llegué a vivir para tan sólo poder sorprender a quien no me quería.

Debo escribir que gracias a un amigo aprendí lo que es luchar por querer vivir
y que un verso puede resumir una vida; “y hay un piano que toca partituras con la muerte”.(desde tu corazón dañado brota en el mío tu libertad).
Debo revelar que fui adicto de una numerosa lista de errores
y que descubrí el pecado detrás de una puerta entreabierta al infierno
perdido en un tiempo en donde los segundos se convertían en minutos.

Debo declarar que perdí el rumbo en un invierno lluvioso
por un beso resentido que nunca entendió mis intenciones,
que soñé con una canción de Serrat tocada al piano
y al lado a Penélope escribiéndome un poema para mí.
Debo decir que recibí mi primer fracaso cuando el olvido fue inminente
y deje de escribir porque ya no tenía nada que decir.

Debo confesar que me debo a todo lo que he vivido
y en resumen, confieso que, a falta de que la memoria me diga lo contrario,
con el peso de mi vida, no cambiaría ni un solo día de mis días que viví,
porque presiento que me sobran los motivos para pensar que no todo salió tan mal.

Resquicios de una vida

Vida fuera de mí en líneas afiladas,
sonrojado en atardeceres abrumados,
arrastrado hacia orillas deshilachadas,
marcando versos malhumorados,
dando acordes añiles con aire a nectalina,
y un manto noctámbulo escribiendo a deshora,
bailando los pasos de un tango inventado
imaginado desde la lejanía.
Y el fiel retrato de mi retina,
dibujando con ternura en manos vacías,
la pasión de aquellos días,
y de acompañante, Turandot afinando la piel.
Nunca la palabra fue tan necesaria.

¿empezamos?

Ni sonrisa de payaso,
ni altos acrobáticos,
ni aliños costumbristas,
ni cruces ni despistes.

No me distraigas de mí,
no me ocultes la mirada felina,
no estorbes más
y deja la entrelinea descansando,
el humo de mis aspiraciones hará el resto
y de lo demás llamaremos a la buena ventura,
con dos rieles fieles extranjeros,
que nos llevaran al sin fin de la imaginación.
Pásame tu mano, colorea mis lágrimas
y alza ahora lo que nadie pudo ver.

De miedos ya escribí,
no me dejes aturdido con el diario,
que a golpe de labio lo deshilachamos
y acuérdate de cortar antes de salir.

Prefiero olvidarte

Te escribo, exploto y termino por dejar
de marear estos últimos versos
anclados en el diario rancio, seco
y bañado en arsénico elixir.

Te escribo y emprendo el camino
de la lejanía de tus cabellos y tus manías,
dispongo en mi soledad,
hago y deshago con simpatía
los recuerdos que guardé
en la ausencia que me obligaste a estar,
voy marcando las hojas
que voy escribiendo,
enumerando una por una
y señalando en el calendario
los días que voy dejando atrás.

Te lo voy a decir.

Me hice a la idea de tus palabras,
imagine las ganas entre abiertas
y con todo eso y más me caí en la idea,
te mire, volví a mirarte para ultimar las dudas
y me vi reflejado a tu lado malhumorado.
Realmente te lo voy a decir, no te soporto.

Adiós

Lo fácil fue empezar a escribirte,
lo difícil fue terminar este poema.

Invierno

Tengo razones para odiarte,
para tenerte en la lejanía
y no recordarte como siempre.

Tengo 2 ó 3 minutos huéspedes
que me interrogan todas las noches,
un pasatiempo con tu nombre
y mil formas para estar despierto.

Tengo un café rancio,
un blog olvidado y unas manos temblorosas,
tengo un ojo vago y el otro ciego.

Tengo una guitarra desafinada, de 4 cuerdas,
una nota ácida y un mensaje en espera,
tengo en las ventanas el aire y en mis sabanas el frío.

Tengo el invierno volando sobre mí
y mil horas descolocadas.

Me pasaste, te pase, nos pasaron

Quisiera contar en una sola estrofa todo lo que callé en mis temores,
quisiera que mis ojos pronunciasen las palabras que pienso,
quisiera que mi voz traspasara las ignorancias e indiferencias
y buscar un momento de paz para encontrar el entendimiento.

Quisiera que mis manos alcanzaran todo lo bello que mi alma siente,
quisiera que mi imaginación fuera transparente
y que con un solo gesto bastara para saber que el pasado nunca vuelve.
Quisiera razonar, aclarar, divulgar y finalmente mostrar con mi estrofa,
que la vida no es que sea insondable, oscura o difícil,
si no que solo hay una para vivirla.

Me fui olvidando

Tenía dos pinceles trasnochados,
hilos arrugados de seda,
carmín evaporándose en mi piel
y una vieja fotografía triangulada
en la mesita de noche aterrada por la indiferencia.

Tenía un baúl de los recuerdos,
para afinar los domingos la memoria,
unos carteles ambiciosos que propagaban
la falta de tiempo y lógica de los días.

Tenía líneas en versos rodeándome,
saltando en las ideas, conquistando los deseos
y creando un nuevo mundo
donde tu ya no estuvieras.

Tenía un calendario desesperado,
con números marchitos anclados a la deriva
y festivos tintados en gris
Posándose en mis noches de “sabinandron”,
entre agudos desafinados y alientos exhortados.

Tenía mil inventos inventados para motivar al aire,
recorriendo cada movimiento de mi cuerpo,
para reservarme las ansiedades cuando me faltabas
y algún secreto convertido en alivio para mis temores.

A tiempo parcial

Sueño con serpientes enredándose en mi sien,
con figurillas de colores adornando mis ansiedades,
sueño con alas de cristal volando entre mis cenizas,
con el humo dibujando en la paredes atardeceres brillados.

Sueño con tu boca en mi boca, mi mano en tu mano,
con tu retina acariciando mi piel desnuda en el regazo de las mañanas.
Sueño con mil hormigas rojas paseándose por mi barriga.

Sueño con un abril febril, con aires del sur y sonrisas contagiosas,
sueño por ti y para mí, aunque tú...
ya no estés.

A titulo personal

Esta es mi sentencia derivada del tiempo concurrido de mis días,
consecuencia de mi margen decaído en estas horas,
producido por la salvaje oleada que me fue acechando en cada hora de mi vida,
procedente de la maraña de mentiras y rabias desencadenadas
por esos momentos fortuitos que ocurren por que si.

Mi palabra, fiel amiga que se mantuvo ante el caos,
dándome la paz que siempre buscaba,
hoy aliada en el frente, en primera línea de batalla saca sus dientes
y golpeando a mi sien dispara con alivio estos versos.

Yo entiendo que a nadie se le dio un manual para saber vivir
y que por eso, al no saber, el miedo puede que se nos presenta ante nuestros ojos
y que mantenerse en pie en la vida cuesta muchos dolores de cabeza,
pero no imposibiliten la posibilidad de poder ser felices,
aun cuando la ironía y la burla les resulte una forma gratificante de sentirse bien,
miren a largo plazo, miren sus días, sus vidas, sus faltas y aciertos, el pasado y el futuro,
miren más allá de lo que viven por que si no…
nunca sabrán lo que están viviendo, nunca sabrán, quienes son.


Por ello y finalmente, hago saber:

Que el por que de mis actos son cuestión solo mía,
quien no los entienda que pregunte o mire simplemente a otra parte,
la vida es demasiado corta para ir malgastando palabras que nunca se oirán,
que el tono de mi voz no cambiara por que así es como me gusta sonarle a la gente
y aquellos, fracasados en vida, que confundan los agudos,
como una tarjeta de visita para rebeldías
que coloquen sus pasos en otras direcciones.

Aquellos que de un énfasis de superación enfermiza,
comprueben sus autoestimas en mis humildes torpezas,
que se hagan mirar bien sus almas, pues hace tiempo las perdieron,
aquellos que en su voz ponen en mi voz las palabras que no pronuncio,
aquellos que al trasmitirle debilidad (eso es lo que ellos creen ver)
y en un intento de cordialidad hacen alarde de su “madurez”,
manifestando en mi persona la protección que ellos creen que necesito,
y del mismo modo aprovechando la sorna, nuevamente, para anteponerse ante mí,
les digo, simplemente, que la gracia de vivir es, ir aceptando.
¿cuándo empezaran ustedes a aceptarse?

De mi Madrid

Del café de Gijón y su olor a franela,
de los espejos y el ruido frenético,
de Ortega y sus reuniones clandestinas,
de la libertad en libertad 8 que tanto anhelo,
de la Gran Vía y su locura de entre sus calles,
de los versos al aire, de esa revista que nunca alcanzo la luz.

De las risas en la cuba madrileña,
de los bailes desenfadados del oeste,
de la leche pantera y miles de conversaciones que quedaron a medias,
de ese autobús, 627, de los cristales empañados del sudor del día a día,
de la sevillana y el fino en la taberna,
de las cuevas y sus frases de poesía,
de Serrat al piano y yo muriendo por ti,
de esos domingos de malas caras y que bien arropado en el sofá,
de las escapadas a media noche en la Notte y sus camareras,
del retiro al murmullo arrogante de Alcalá,
de los teatros y el arte libre de las calles,
de Noviembre y su sonrisa de goma,
del fantasma de media noche y el loco terapeuta,
de la C8 y de lo que tanto aprendimos con un café,
de esos servicios naranjas que si hablaran…

De los balcones refinados de la reina victoria,
de la línea 6, ¡cuanto me has enseñado!,
del rastro y esa alegría que se respiraba,
del bar que hacia esquina, comiendo por la calle,
de esta melancolía, dulce recuerdo a pesar de los pesares.

5 - 30

Te ame tanto que me olvide de mí,
te ame tanto que el día sin ti no existía,
te ame tanto que escondí mi dolor
para que encontraras tú la felicidad.

Te ame tanto que deje de quererme
para que me odiaras un poquito más
y así poder alejarte de mí.

Te ame tanto que blasfeme al viento
y te escribí los poemas más bellos,
te ame tanto que la pena de tu indiferencia,
me dejo medio tuerto y cojo en la vida.

Te ame tanto que sacrifiqué lo que más quería,
te ame tanto ¡ tanto! ¡ tanto!

Te ame tanto que no había idea o pensamiento que los nublaras,
te ame tanto que todo era recordarte,
te ame tanto que ni si quiera Dios me entendió,
te ame tanto que esta cara de tonto se me quedo para siempre,
te ame tanto que ya no tengo lágrimas para nadie,
te ame tanto que ya nada me parece original,
te ame tanto que nunca ninguna será como tú,
te ame tanto que ya no me importaba mi respirar,
te ame tanto que termine por delirar.
Te ame tanto… tan loco con mi soledad y tu ausencia.
Te ame tanto…

Enredos

Abstemios de vidas cauteladas en pasiones fraudulentas,
aires vigorosos impotentes de alcanzar su nacer del ideal,
pasatiempos de domingo aclaradores, un suspiro para el dolor.

Fascinación en el claro oscuro de la palabra sostenida en mi lengua,
una ligera lluvia manchando el corazón, la vista del mañana,
y La ilusión del ruiseñor en el canto desafinado de sus sueños.

Más o menos

Si soy más o menos, eso ya no importa,
si digo la verdad o lo único que hago es inventar,
si de todo lo que hago la torpeza firma mis acabados,
¡que más da! no puedo negar que de mi se desvanece lo que fui.

No, el tiempo no fue el culpable,
ni si quiera esta maldita memoria,
tampoco la lluvia incesante que empapa mis ideas,
ni las mujeres que han bailado al son de mi palabra,
ni mis actos decadentes a media noche

Todo eso, querida, son el fruto, el resultado,
no puedo controlarlo por que es parte de mi
y ya le digo que no soy lo que fui,
más si pudiera haría borrar las cosas que le digo,
pero…en el intento nunca he conseguido alcanzar mis sueños.

Soy más o menos, eso ya no importa
y no puedo afligir las cosas, esas cosas que me rodean,
la ausencia de los deseos, lo engaños, los delirios…
mis queridos fantasmas que cada día están más unidos a mi.
Yo quisiera olvidarme de todo y no tener motivos para escribir
pero ya lo sabe, lo que fui ya nunca lo seré.

Por las calles

A lo loco y con minifalda,
pasiones turcas,
un café a medias y las sabanas aun frías de ayer,
unos cartones de franela
y el amor volando por encima de la ciudad,
el periódico haciendo de paraguas,
los charcos del otoño
y mi sonrisa creando dibujos en tus mejillas.

Cuentos

Andaba despacio con el paso cansado, con la mirada añeja afilando las imágenes y con la sonrisa amainando las calles frías de aquel invierno. Era un veinte de Enero y al caer el sol su voz, de entre la multitud se detuvo por un instante. A su alrededor, una amalgama infinita de colores estallando por momentos de alegría, ahí estaba con su mirada firme, ahí estaba…
La poesía.

Desde el viaje

Hay mil formas de ser,
mil formas de ver,
mil formas de sentir.

Hay mil formas de llegar
y mil formas de marcharse.

Hay mil formas de mirar,
mil formas de escuchar,
mil formas de besar y de amar.
Hay mil formas…
pero solo hay una forma para estar a tu lado.

Y vengo…

Vengo de ti.
Llegue a donde nadie estuvo,
me marche antes de que nadie me viera,
vengo de muy lejos,
allí donde nada se perdió,
donde las olas salpican el cielo,
donde las palabras toman vida,
donde las miradas hablan y sellan instantes.
Vengo de tus ojos puros,
que me confieren la vida que ya perdí,
en ser lo que nunca llegue a ser.

Vengo de mí,
del verso caído ensimismado en una tarde gris,
del paso casando de un camino entre ramas añiles,
vengo donde los números no existen
y la lógica juega con la locura al escondite.

Vengo de una calle reticulada, furtiva de media noche,
de vistas en barrotes y muros rojizos inanimados,
vengo de labios pesados y amores abatidos,
de pasillos infinitos y techos alzándose por las nubes.

Vengo fragmentado en mil recuerdos,
de días repletos y tardes precisas,
de aromas que no puedo olvidar,
vengo de la vida que guarde cada noche
entre tinta y rimas afinadas al son de mis latidos.

Vengo de ti, de mi,
del recuerdo que me convierte en frágil
y me hace cada día ser más humano.
Te escribo con la mirada firme
¡esto es lo que soy vida!

El Ojo Vago II. Lo digo como lo siento

Casualmente tengo la gracia de poder escribirte,
no pretendo ni pienses que he ido afilando los rencores
o que no tengo otra cosa que pensar en ti.
Nada más lejos mi imaginación viajando a lo desconocido,
ya sabes como me las gasto.

Casualmente soy frágil a las tempestades
y otra lluvia me llevaría a engangrenarme de nuevo,
por eso, lo digo como lo siento y lo siento al escribirte,
que la cobardía nunca fue tan sincera conmigo,
que las noches las mantengo en ligeras picadas con el ron
y las cuerdas las voy afinando a golpe de maquillaje burlesco,
para reírme cuando me vengas las tristezas

Casualmente nunca hubo música de fondo,
ni carátulas de preaviso a las picaduras mortales,
nadie nos condujo a 100 por hora pero la quinta siempre nos gusto
y esa última copa antes de cerrar siempre nos maldijo.

Casualmente no he vuelto a despertarme enredado en carmines,
ni en aromas ajenos ni en perdidas de tiempo en pasatiempos baratos
y el ayer, no será recordado en pincelas lastimeras devoradas en rincones,
las repeticiones pactaran sabiamente con la cordura que aun guardo
y no me queda más remedio que decir lo que siento
aunque previamente presentiré que no lo entenderás

Casualmente estos versos van dedicados a ti,
te lo digo por que creo que aun no lo has sentido
y es que en parte llego a entenderte,
la vanidad no deja mucho tiempo para pensar
y al igual que predigo esto también maduro,
que nunca llegaras a leer estas palabras,
por eso solo espero que tu nítida inteligencia no se vuelva contra ti
y te deje ciega a esperas en la antesala de las vísperas de un sueño,
de ese sueño que nunca te llego.

Intentándolo

Y después de voltear mi cabeza,
mezclar mil sabores y enloquecer a la memoria,
de inmortalizar mil versiones de mi pasado,
de escarchar el tiempo anclándolo en penas,
de combatir al descubierto con mis visiones,
de poner artículos y etiquetar los errores,
de repasar y marear los recuerdos,
de hacer de mí un espantapájaros
que ni consiguió espantar las tristezas,
de ser todo y a la vez caer en la nada,
de ser artista y no sentir que lo era,
de vagabundear entre charcos añiles
y de desfigurar el amor.

Después del tiempo que retorcí,
de aquel que malgaste en mis noches heladas,
de aquel que maldije y abandone al viento,
de las negaciones que asumí
y las verdades que me abrieron infiernos,
después de lo hecho y lo desecho,
de lo que fui y soy
puedo decir, tomando de mi querido Neruda las palabras:
Confieso que he vivido.

Memoria en el diario

Todo lo que recuerdo
lo he devorado con los años,
en tinta seca taciturna
y me he vuelto loco
al pensar en otros mundos,
cuando tu ya no estabas.

Dos días para vivir (2000)

Pasados los años:

Aprendí a razonar con la pared,
a desojar las miradas
y a poner color a mi tristeza.

Aprendí a suspirar en soledad,
a borrar el carmín de mis sabanas
y a olvidar el deseo de mis pasatiempos.

Aprendí a sellar las palabras,
a medir los abrazos
y a negar tus lazos de seda.

Aprendí el horror de uno mismo,
la miseria que oculto en el día,
la falsa farándula de las verbenas,
y el agotador ritmo de mis besos.

Aprendí que en el verso
se esconde el afán de mis sueños
y que en tu ausencia...
halle mi libertad.

Antes

Antes de creer piensa que palabras van al corazón y cuales se pierden en el viaje.

Antes de criticar a quien te negó la palabra intenta ver su sufrimiento.

Antes de morir de pena recuerda que es lo que te hace feliz.

Antes de alejarte mide bien tus pasos.

Antes de llorar imagina que pasaría si todo fuera perfecto.

Antes de olvidar recuerda por que quieres hacerlo.

Antes de escribir cierra los ojos y no pienses en nada.

Antes de amar, no hay nada, después viene todo.

Antes de ser intenta no ser para saber por donde empezar.

Antes de hablar busca el momento de callar.

Antes de odiar perdona tu errores.

Antes de cambiar el mundo intenta que la vida no te cambie a ti.

Antes de soñar cura tus heridas.

Antes de besar cierra los ojos, lo sorprendente esta en el beso.

Antes de avanzar, camina un rato y luego…sal corriendo.

Antes de desear mira bien que es lo que deseas.

Antes de nada, mira en ti.

números...

A dos pasos la botella de ron,
a tres pasos tu imagen imaginándomela,
a cuatro pasos la ventana,
a cinco pasos la calle estéril en donde me dejaste,
a seis pasos el acostumbrado bar donde mi garganta se acostumbro a quemarse,
a siete pasos el final de mis esperanzas ancladas en un viejo diario,
a ocho pasos el recuerdo persiguiéndome,
a nueve pasos estos fantasmas burlándose,
a diez pasos el intento de rodearte con mis brazos,
a once pasos deje de contarte.

nuevamente te cuento...

Mil palabras

La noche es tan solo una parte más que hace que la poesía sea verdad.

Escribe, no dejes de hacerlo. El día menos pensado sabrás por que.

El mundo no es más que el dibujo de un niño.

Para dejar de ser tuve que ser otra cosa que nunca quise y entre ser o no ser encontré lo que había olvidado ser.

Dime cuantas veces te han besado. Yo te diré cuantas veces he soñado que me han besado.

El número preciso es el que no existe.

Hay dos opciones: convertir las horas en minutos o los minutos en horas.

Las palabras son gratis.

En la crítica solo hallaras el principio de la verdad, el resto es cuestión de estar atento.

La voz que habla por ti nunca sabrá quien eres. La voz eres tú.

¿eres lo que haces o haces lo que eres?

Ese incansable afán de no estar solo (Gala)

Es la memoria que por más que pese es el arte que nos descubre el saber vivir.

Todo lo que digo lo repites, todo lo que repites me sabe a cuento, todo cuento tiene su final.

Nueva vida

Amor que fue y no olvida su crecer
que ayudo para bien en su triste penar.
Amor que consumió en noches
tales de estrellas rociadas de fantasía
y burdas mentiras tan solo escritas.

Y el creer en un nuevo día
para precisar una alegría,
que aleje de entre sus manos
la ausencia de vida en sus ojos.

En el recuerdo (cortesía de un exiliado). 2001

Vi el Madrid de mi tiempo,
con los ojos de un niño
que tras sus pasos
la duda crecía
ante tanta belleza.

Vi el Madrid de mis años
en el dorado de las ventanas,
con los cabellos de las cubanas
y los ojos de la oscura noche

Vi el Madrid de mis sueños,
tan solo lo vi y lo viví.

Prometo y deseo. 2000

- cortesía de un exiliado -
(dedicado a mi familia extranjera)

Prometo y deseo
que os vaya bien,
que tengáis buen viaje.

Prometo y deseo
que conozcáis la virtud del tiempo,
que nunca os canséis de vivir.

Prometo y deseo
que no sufráis el silencio,
la soledad del querer.

Prometo y deseo
que no le tengáis miedo a la vida,
que siempre haya razones para sonreír.

Prometo y deseo
que nadie os parta la boca,
que nadie os hunda las palabras.

Prometo y deseo
que no olvidéis sin antes recordar,
que guardéis lo bueno...
...lo que os haga soñar.

Tan solo a ti

Te lo digo a ti, solo a ti y a nadie más,
te digo lo que nunca escribí, solo a ti.

Te hablo de mi dolor, de la indeferencia,
del amor que se escapo, de mis ojos,
de las tardes frías, grises,
perdidas en mi diario.

Te lo digo a ti, solo a ti y a nadie más
que te canto por las noches
y he pensado en besarte, en desnudarte
y hablarte al oído, que sin ti muero.

Te lo digo a ti, solo a ti y a nadie más
que las palabras me ofenden,
que nadie me hace reír y que el tiempo
me insulta a cada paso que doy.

Te lo digo a ti, que el ayer me demora
y el futuro me enreda en la maraña
de las mañanas que no estas junto a mi.

Te lo di a ti, que me siento viejo,
frustrado y olvidado.

Vida...

Vida que deslumbras mi cansar,
vida que ciegas mis pasos,
vida que me maltratas y olvidas,
vida sin merecerlo de ser vida
te llevo por dentro
y mantengo la ausencia dichosa
de esta soledad pobre de palabras.

Vida que tuve y la perdí,
vida que me engañaste,
vida que me enseñaste a soñar,
vida que respiro por el día
que consumo por las noches.

vida, solo tu...
ahora que nada perturba mi mirar
me golpeas sin piedad,
ahora que no sirvo
me gravas en la piel
el fracaso de los años.

¡Vida!, vida
que te escapas de entre mis manos,
vida que te ocultas ante mi,
vida que me anulas la gracia de vivir,
vida que me arrebatas lo que pretendo,
vida que enredo en ti
mi rabia, el lamento que escribo.

Vida que demoro el tiempo
y dibujo tu orca
en la senectud de mis días,
vida ya no te merezco,
de nada me sirves.

Vida que cumpliste lo prometido
me enfrento a tu daga,
vida que ahogas te muestro
mi gallardía¡ dime la hora!,
vida, que aquí estoy,
preséntame tu herida.

Desde la memoria

A medias descubro la forma de este cuerpecito mío,
a medias entre luces y miradas perdidas te miro sin saber,
a medias dejo caer la palabra en el verso por si volvieras,
a medias el recuerdo me acompaña al dormir, al lado de tu almohada,
a medias el vaso se vacía y después vuelve a estar como antes,
a medias te llamo cuando ya nada me sirve para seguir respirando,
a medias busco la forma de olvidarte, de olvidarme,
a medias en el silencio me odio y sin remedio desvanezco entre fantasmas,
a medias la música me suscita y me hace soñar a ratitos,
a medias los suspiros me alimentan y no recuerdo cual fue la última vez que te llore,
a medias mis ojos se enredan en las olas de tu ausencia,
a medias te sigo buscando.

La mañana y el silencio

Escribo por ti, por mí,
por nosotros dos,
escribo por la libertad,
por lo que ya no existe,
por la lejanía, lo que nunca conoceré.

Escribo por la fantasía,
por mil posibles,
por las mañanas perras,
y los domingos clandestinos.

Escribo para no olvidar que vivo,
escribo por aquellos que no me escuchan,
por aquellos que en vida muertos están,
por los que pierden mil batallas
y por los frustrados.

Escribo para que los fantasmas
queden dormidos y nunca vuelvan,
para que el dolor solo dure un segundo
y la alegría, al menos un día.

Escribo por la melodía
oculta en la torpeza del ignorante,
por los amores imposibles,
por el primer beso…que nadie se olvide eso.

Escribo para poder ser yo
y nada más que oculte
lo que siento por ti,
escribo para tener razones
y seguir hacia delante,
para no mezclar la verdad con la mentira,
para no mancharte con mis miedos
y hacer de esto un pasatiempo maldito
de almas que nunca dicen nada
y palabras que borren lo que somos.

Escribo para no convertir
al mundo en enemigo mío
y creer que aun somos hermanos,
para no terminar como un bestia
y rallar a mis oídos con los mismo cuentos
que una vez escuche sin entender de niño.

Tengo...

Tengo en el recuerdo imágenes delicadas,
mil rostros de aquellas que pasaron y me asistieron,
de mil noches concurridas y persiguiéndome
alzándose en el aire y deslizándose por mis piel.

Algunas de ellas tan solo se quedaron para las vistas,
otras se enredaron algo más entre mis manos
Y el resto, las escasas, con su dulzura y pasiones,
fueron lentamente cobijándose en mi alma.

Llene de colores las partidas vividas
y en todas, la nostalgia siempre con su manifiesto
volaba en mis ojos.

Tengo en la memoria, guardado en el parpado
la fina fragancia de aquellas que me presenciaron,
de aquellas, que aun sabiendo el final,
maduraron al lado de la raíz que yo me invente.

El Ojo Vago. I

Usted debe saber antes que yo
que antes de ti vinieron ya a buscarme,
que antes de conocerla ya me robaron los deseos
y falsifique sonrisas, destroce mundos, queme y me quemaron.

Se que antes de ser de ti también fueron a su encuentro
y con tan mala suerte que ninguno se hallo entre sus sueños.

Usted debe saber mejor que el resto,
que mis ojos no quedaron perdidos, sino dañados.

Usted tiene que saber que cada paso mío
son dos de los suyos y aunque me alcance la sien,
se que debe de intuir que las pasiones nunca fueron de su agrado.

Usted debe de saber que la paciencia no es una virtud,
si no una desesperación que el tiempo la vuelve loca
y que hasta la piel más adornada no es engañada ante el tiempo.

Debería de saber tantas cosas antes de alejarse de mí,
por que siento, noto, percibo que nunca quiso saber
y si algún día cae casualmente, nada de lo que hoy mantiene le salvara.

Suerte.