Retales de mar. II


De ti…soy el espejo,
fruto de los regalos
de un viento que ayer soñó,
con ser dueño de un corazón,
para romper el invierno de tus ojos.

Nunca nadie más, sí.


¿Qué fue de tus manos
cuando acariciaban mis sueños?,
¿qué fueron de mis cuadros?,
cuando tus ojos solo tenían miradas para mi,
y después de jurar tanto…
aún tengo cuentas que cerrar,
países que visitar,
y un beso que guardo
para alguien que todavía no conozco.


Retales de mar


Sigo en la misma orilla
pensando que nada es igual,
porque nada ha cambiado.
Me siguen persiguiendo los mismos,
y yo sigo persiguiendo lo mismo.

¿Puente o puerta?


Miro tu mirada y me extraño,
aprendo a trapecios, saltando de ilusión en ilusión,
porque nadie me habló del amor,
no había libros en mi estantería que te describieran.
Mama no me lo dijo, papa nunca quiso saber,
yo nunca entendí nada de nada,
y continuo con algo que desconozco cuando al dormir,
antes de cerrar los ojos, intento soñar.
Sigo tus pasos, pero parece que nunca llegue,
puede que ya conozcas lo que pienso,
te veo tan grande y me pregunto; ¿te gusta mentir?. 
Me entran los miedos, también los de mi infancia,
pienso que nunca seré lo suficiente para tí,
después creo que tú no serás lo mejor,
y termino, como siempre, en la cama dando vueltas.
Tu imagen me lleva y me aleja, me balancea y finalmente me golpea.
Entonces me despierto, pienso que todo es un mal sueño, vuelvo a mi escritorio
y me doy cuenta que ahí estás, todo es real.
Mi tinta malcome las hojas de un diario perdido en el calendario.
Sonrió y suspiro, sale una carcajada de mi boca, reclino el asiento
y entro en la duda, mi duda.
¿Son tus ojos?, ¿son los míos?. ¡¿A caso quieres algo de mí?!. ¿Soy puente o puerta?
¿Quién eres?, ¿quién soy…para ti?