Desde el escritorio.


La poesía no significa nada
si no hay alguien quien crea en ella,
y es como el amor,
existes por que aún creo en ti.
No voy a medir el tiempo,
el día que termine, finalizará todo.

Eres mi última alegría,
y puede que el resumen de toda mi vida.

Recuerdos de la luna


Hay cosas que he dejado en espacios imprecisos,
imposibles de volver a recuperar,
en puzles infinitos perdidos,
entre la multitud de recuerdos y olvidos.


Mi dulce tú.


Eran tiempos difíciles
poco tiempo para dormir
nada de soñar y tus pasos tan gigantes,
que era imposible de mantenernos juntos,
y tú no esperabas a nadie
ni si quiera a quien te quería,
y mira que te gritaba y te imaginaba,
y mira que busqué mil formas para ser felices,
pero nunca existió filosofía suficiente
para calmar mis ansias por ti,
ni perdón para encontrar tu salvación,
y a base de silencios aprendí a amarte,
repasando línea a línea las aprensiones de media noche,
jurando en vasos vacios no volver nunca más.

Eran tiempos difíciles,
aunque quererte nunca fue un problema.