La sombra del verso.

Crecen gigantes en mi almohada
mientras van cipreses
corriendo por mis paredes,
acechando unicornios
que dibujan nubes en mi tejado.
Ya viene con su silencio la noche,
y en mis mejillas se esconde la luna,
que asustada ilumina con sus ojos,
la ventana que abre mis pupilas.