Las confesiones de Mar. (volver a ver)



Salta mi pecho sobre las nubes que dibujo en tu ausencia, hilo en tus ojos mis lágrimas que voy borrando con el afán de un…¡volveremos a vernos!.
Acostumbro, por afición y por recuerdo, a detenerme en todas las sonrisas que observo, así parece que estoy más cerca de ti, aunque ninguna haga sombra a la tuya.
Soy tonto por pensarlo, pero después de ti no me queda mucho más de valor, un corazón que vive con el temor de pensar que crecerá sin saber del tuyo, una frente caducada que navega por las noches sin vela a ciegas buscando orillas sin mar, y en una viaje estantería a Neruda, más callado que nunca porque dice que al irte, te has llevado contigo todas las palabras del mundo.


Las confesiones de Mar



Puede que nada de lo que te escriba sea más real que un beso tuyo en mis labios,
pero al no poder ser, mi amor viaja por estas líneas buscando olores, imágenes, momentos, sensaciones y sinceridad.
Por eso mi intención más profunda no es construir poemas si no caminos para llegar a ti,
de la única forma más pura que conozco, mostrándote mi corazón sin mesura ni reservas.
Pero si después, después de todo, aún no surgiera nada en ti hacía mí, entonces asumiré la huida que hoy por hoy mantengo en posponer.
Me ha llevado años, soledades y muchas noches arraigar la raíz de mis versos y cubrirlos de la suficiente fe para no desmoronar, aún así, dejaré el diario en blanco y con la esperanza que algún día alguien lo llene de tinta. Ese alguien no seré yo, no tendrá mi rostro ni mi voz, tampoco mi pelo ni mi mirada pero seremos idénticos en algo, en una sola cosa, que una vez nos perdimos por amor. Por tu amor.
Después de los días y los silencios he aprendido que el amor es tan libre y poderoso que siempre ha estado por encima de todo, fuera de las distancias y el tiempo, volando por encima tanto de aquellos que odian como de lo que aman. 
Comprendo ahora, que la vida misma es la mayor representación de amor. Por eso no me culpes que te haya amado, entiende que siempre ha sido inevitable para mí.


Tu silencio



Llevo días sin saber que es el día,
masticando el preludio de imaginar lo que dirán tus ojos,
sudando cada noche y buscando vasos medio llenos,
en las literas de un sueño inacabado,
porque te has llevado el final de todos mis poemas.

Por fin tendré un ladrón para mi mes de Abril,
pero sin amor con el que poder dormir.