Miedo a descubrir.



Estuve a punto de abandonar,
casi de volver y dejar de mirarte,
jurar no amar para siempre,
sellar mis labios, coser mis letras,
guardar la locura por un traje,
y coaccionar a mi cuello con nudos paradójicos.

Estuve a punto de odiar al mundo
por alguien que ya me olvidó,
y que nunca supo descubrir
a donde llagaban el final de mis besos.

Estuve a punto de casarme con una idea
que me poseía pero yo a ella no,
adornar mi despertador con la fotografía de “la otra”,
decir lo que no pienso, sonreír a tiempo
y descubrir la agonía del sofá,
el sexo a destiempo y las sabanas sabor a nadie.

Estuve a punto de quererte por afición,
adherirme a tus miedos y hacérmelos míos,
inventar un quebrado con tus raíces para no sentirme solo,
y así creer que la vida ni yo, somos tan vulnerables.