La última vez

Yo tenía una habitación helada
con sombras a mi espalda
y la locura jugando con mi sien.

Yo tenía un verso que olvido ser poema,
una estrella que fue devorada por el sol
y un miedo increíble al despertarme.

Yo tenía una historia sin final,
un calendario arrugado,
un corazón fragmentado en mil pedazos,
y un cajón vacio por tu ropa.

Yo tenía días buenos y días malos,
tenía lagrimas en cada esquina de mi casa,
y un suspiro por las noches para aliviar el dolor.

Yo tenía todo el amor del mundo,
pero a nadie para regalárselo.

Yo tenía la idea, el afan, la conquista de ser conquistado,
de que por un momento mis palabras fueran escuchandas,
y que las mañanas no me asustaran.

Yo tenía una cama deshabilitada,
cuatro paredes atormentadas
y un sueño aun por cumplir,
una caja añil de terciopelo,
un secreto y un escondite para las pesadillas.

Yo tenía una sonrisa inocente,
el sabor del primer beso,
la primera vez que ame sin medida.

Yo tenía un trapecio anclado a mis manos,
tinta seca en mis oídos
y un florero horroroso para buscar las alegrías.

Son las cosas de la vida, lo que nos ocurre,
lo que deseamos que pase,
y las vidas que pasan sin saber si volverán.
Está fue mi vida, mi historia, el resumen de mis pecados.




Sé que nunca leerás este poema
y puede que esa sea la rabia que me condena,
porque nunca sabrás el daño que me hiciste.
Por ti me quede mudo y apagado,
por ti vendí las horas de mi alma.

Motivos para escribir. (Si pretendes) Iª

Si pretendes odiarme
hazlo ahora en esta hora,
donde mi vida se fuga de la realidad.

Si pretendes castigarme
quítame las palabras,
y entonces habrás conseguido más que un castigo.

Si pretendes olvidarme,
no te levantes esta mañana
y deja que me vaya solo,
el último adiós es siempre el más cruel.

Pero si por el contrario decides amarme,
deberás de consentir a esta locura,
que dejó de prescribir por un verso maldito,
y búscate una escusa para la razón.

Si pretendes quererme no lo hagas con prisas,
ni establezcas normas que me destruyan,
busca mis cicatrices y no olvides que siempre estarán ahí,
no elabores cielos ni lunas inalcanzables,
yo tan solo quiero ser el último beso antes de soñar,
y el primer suspiro de tus ojos al despertar.
El resto de las cosas nos pasaran por la vida,
como la tinta mojada del diario que olvido recordar.


--- y si recuerdas quien te mira más allá de tus ojos,
hazmelo saber para procurar empezar una nueva forma de respirar ---