Un final feliz



Voy a dejar de mentirte,
lo admito, yo fui el primero en irme
pero con la poesía me vine abajo,
y con eso de ser sensible me acordaba de ti,
noches en vela con la vela persiguiéndome,
días medio dormido rabiando con los rayos del sol,
ya sabes…la ruta de siempre para desintoxicarme.

Voy a dejar de mentirte,
yo quería alejarme pero no podía,
la Torre Eiffel hizo su trabajo,
San Valentín me empezó a odiar
y las mil maneras para sobrevivir,
iban cayendo una a una cada noche,
en ese preciso momento en el que me daba cuenta,
que ya no estabas.

Voy a dejar de mentirte,
te he escrito demasiado,
ya he perdido la cuenta de las veces que me he lamentado,
y he llenado ya unos cuantos vasos por tu culpa.
No he encontrado nunca el antídoto,
creo que cada vez me ido separando más del objetivo,
por eso me lleno de ganas por romper tus telarañas
a golpe de guitarra desafinada.
La torpeza me ha enseñado a como caer,
soy un experto en atrincherar los disgustos
y hasta me dio por hacer un blog;
un santuario de penas y desgracias

Voy a dejar de mentirte,
me voy haciendo mayor,
las distancias empiezan a ser grandes,
el metro seguirá parado en la línea 6,
mis pies se cansan, mi cama me grita
y ya no puedo juntar más corazones rotos por más tiempo.
Quiero empezar a pensar que va a ser de mi vida,
ahora que me he dicho la verdad.

Andariego


Corría por el sendero las rosas blancas
con la espera del amado en la reja del Cristo
y grito él en su espanto al no verla:
-          ¡dime! ¿qué castigo se iguala a esta pena?
pero…para cuando quisieron escucharle,
ya le clavaban en el pecho mil puñales
y ella, llorando en el mortero de la calle,
dijo con los ojos cerrados:
-          soy una, la última y la primera, en este amor que ya nadie encuentra.
Corría por el rio la sangre de sus letras,
rojo vivo, rojo de pasión,
y hallando al amado dormido con el aliento ya frío,
puso su mano en el pecho de ella
queriendo darle, lo que ya era de él.

Lo que yo he querido.


He aprendido de ti
que no hay poema que grite más
que el desazón de la razón
ante un corazón lastimado,
ni voz que llene el silencio
de un amor herido.

He aprendido de ti
que el recuerdo es como un tesoro
que se debe de amasar y guardar,
asimilar y limpiar con cierta diligencia
y nunca olvidar sino comprenderlo.

He aprendido de ti
a valorar lo que el tiempo calla,
y lo que el silencio guarda,
a sentir la música como un todo infinito,
a encontrar talismanes en cada sonrisa,
y a recorrer las calles devorando las nubes,
al son de mi caminar.

He aprendido de ti que hay dos formas de crear;
una es intentándolo, la otra es haciéndolo,
y solo en una es como se consigue soñar.

Agosto


Eres mi nueva promesa,
puede que mi último intento
y me apresuro a decirte,
que lo dejaría todo, e incluso la locura,
pero cada vez que voy a por ti,
me atraviesa un abismo de palabras,
me asalta el sudor por mi garganta
y de repente, te conviertes en imposible.

Tengo miedo que después no exista nada,
y verte marchar sin que sepas lo que hay dentro de mí.