Confesare

Confieso que ya escribí lo que nunca juré decir
y aprendí a no decir “nunca jamás”.
Confieso que ya escurrí los versos posibles
para hablar en esta muda lengua
que pocos supieron sentir.
Y vivir en la soledad mil leguas por un mar sin sal,
pero mi ansia fue apresando los domingos malditos
y al lado siempre encontré un flexo para pensar.
Y ahora te encuentro sin querer…
te juro que ya aprendí a vivir sin caricias,
a dormir en mi metro cuadrado,
a ocupar el sofá y medir el tiempo sobre mí,
pero confieso que ahora no entiendo nada
si no estás al lado de mis manos.

Confieso que esta vez no prometeré nada
pero sí te declaro que no le daré a nadie mis ojos.
(solo a ti)