Cosas que decir… (II) (2004)

Grité  en la noche más oscura
de la vida que me fue robada.
Conté en el calendario los domingos
y sobreviví en el silencio de mi afonía
pero mi voz quería gritar.
Indignada arroje mis armas,
arrase por mis ventanas mis sábanas
y esparcí por la acera los colores
de mis dibujos.
Luego invente lenguas y acentos
y hablé con las esquinas
mirando a los rascacielos,
pero las letras no supieron descifrar.
También pregunté por los errores,
pero las décimas me superaron
y la distancia me condenó.
Grité y en está afonía
Suspire por tu voz.


Cosas que decir...


El amor es y no es
según quien
y como se quiera sentir.
Porque un beso
lo puede decir todo
o significar nada.
Porque un abrazo es lo que es
hasta que termina salvando errores:
cosas de esas incurables
que nadie pensaba arreglar
porque todo estaba perdido.
Y porque el amor crece cuando se le habla,
cuando se le riega con el agua adecuada,
y cuando sin premios ni castigos
sigue al lado de uno.

Mis sueños

Soy un anónimo de un baile
que nadie recordará.
Soy un sueño que procura
en pelear para no perderse,
y busco un paraíso
para que el amor que inventé
sea lo más real en mis manos.
Y cuando mi carita cae
en las sabanas frías,
busco canciones para acunar
esta piel que se alborota
con el silencio de mi casa.
Y después le pregunto al destino
sobre el querer de las cosas,
y le hablo al espejo
sobre el afán de no estar solo,
y me respondo
que este es el calibre de esta libertad.
Entonces reúno con mis dedos
todas las palabras de mi escritorio
y hago de esta locura un diario.
Recorro cada beso vivido
mezclando la tinta con las horas,
mezclando mis ojos con la luna
para trasnochar con las pesadillas
y hacer de esta soledad
la guarida de estos sueños. Mis sueños.



Confesare

Confieso que ya escribí lo que nunca juré decir
y aprendí a no decir “nunca jamás”.
Confieso que ya escurrí los versos posibles
para hablar en esta muda lengua
que pocos supieron sentir.
Y vivir en la soledad mil leguas por un mar sin sal,
pero mi ansia fue apresando los domingos malditos
y al lado siempre encontré un flexo para pensar.
Y ahora te encuentro sin querer…
te juro que ya aprendí a vivir sin caricias,
a dormir en mi metro cuadrado,
a ocupar el sofá y medir el tiempo sobre mí,
pero confieso que ahora no entiendo nada
si no estás al lado de mis manos.

Confieso que esta vez no prometeré nada
pero sí te declaro que no le daré a nadie mis ojos.
(solo a ti)

Madrid y yo

Y por las noches 
las canciones 
teñían las paredes de mi casa,
que tras el cristal de la ventana 
las farolas escribían versos para mí.


Coletazo

A veces eres un coletazo
una rabia contenida,
una ventana astillada.
A veces incluso un grito sostenido,
un verso estropeado
bailando sobre noches de insomnio,
o la esquina más sinvergüenza.
A veces eres la picaresca que me falta,
la imaginación que me sobra,
el invento casi perfecto,
el atroz lunes o ese domingo interminable.
A veces eres la jodida idea
que todo salva y libera
en mi maldita cabeza.


El camino

Ella hallaba con su mirar
por donde iba el viento.
Él al escuchar su voz
en sus mejillas luz aparecía.
Ella escribía, él caminaba
y el tiempo se fue haciendo dueño
de sus besos.
Los abrazos fueron creciendo
y las mañanas acortándose.


No olvida (1999-2017)

Aquí viene escrito un silencio
que mañana dejará de ser mío
pero en mi memoria siempre vivirá,
y cada noche vendrá la luna a gritarme
que nada será igual.

Aquí nace la letra de mi andar,
el paso guiará mi profesión
y mi mirada ceñirá la promesa
que en la pena juré entregarte.

Así fue:
Habitó en la esquina de esta calle reticular
el recuerdo de un beso que viajó por mil lunes,
para encontrar siempre la sonrisa de la mañana.
Poco pedía y mucho daba,
así era la vida y así pasaban los días
en una tierna locura
que nos hacía bailar al compás por las noches.
Los poemas desde primera hora andaban con el café,
el olor a óleo regaba nuestros pies descalzos,
y más de una vez nos atrevimos a cantar,
el tiempo estaba de nuestra parte.
Nos fumábamos las horas entre risas y confesiones
y la virtud del vino nos aderezaba la pasión
en el balcón bajo las estrellas.
Fue el cielo hecho carne.

Y que nadie me robe esta ansia de amor
aunque aquí ya mora la esquina muda
de un pasado que borró todo índice,
pero esto es así,

el corazón no olvida. 

El camino

Ante todo concéntrate
en aprender a ser feliz,
porque en cualquier momento
esto se termina.


La crisis

Quién no acepta ser
lo que es
siempre buscará 
formas de perder
para volver
a empezar de nuevo

Habita

A veces el viento siente a destiempo
y las ventanas no siempre hallan el sol
porque la rima no baila al son de su mirar,
pero el querer aún en soledad

consigue habitar en el tiempo. 

Inspiración


Todo empieza con la duda
y uno empieza asumiendo
porque los miedos han desvelado la verdad
o eso se creé,
y crees cuando las fuerzas son vencidas
pero sabes que lo importante no se vende,
y por eso sigues y sigues, y sigues…
porque lo que uno lleva dentro
es más fuerte que el miedo.


El instante

Solo tendrás 10 segundos para sorprender,
así que no desperdicies ni una sola milésima de emoción.

Infinito

Sabes que tendrás que gritar
defender tu existencia
y vivir a veces experiencias
que nunca querrás sentir.

Sabes que no siempre saldrá,
ocurrirán errores
y a veces no se conseguirá
pero debes de insistir.
Casi toda la ecuación está ahí.

Sabes que irán a hacer daño
que golpearan, mentirán
e incluso se convertirán en lobos.
Pero también debes de saber
que tu verdadera arma eres tú,
y si crees en lo que llevas dentro
el infinito será tuyo.

Posdata:
-           El mayor regalo
               que te puede dar una persona

               es su compañía.

Felices para ser libres.

Desgañité a mis manos
persiguiendo tintas ajenas.
En años añiles hubieran sido cuentos
ahora es la real cruda retina de mis días.

Lapidé lunes con tan solo un cierre de labios,
adorné las resacas con manzanas de miel
y azucarillos en la salita de estar.

Para después de la siesta
éramos santos pero con muchas ganas de pecar
y siempre estaba ahí la primavera para convencer.

A nadie le interesaba deshojar,
la intención era florecer.
Fuimos autores de letras
que nunca amanecieron
y dueños de portadas
que acompañaban a nuestras almohadas.

Con los años aprendimos al lado del limonero
que el dolor de cabeza
se cura con noches de almendro.

Pero ante todo lo mejor fue saborear la tarta
en la antesala de la sobremesa
en el fondo del ojo pez de un hielo maldito

que nos hizo ser felices...una vez más. 

El logro de mis días

La primavera le duele gritar
y a mi caminar hacia ti también
porque el amor no es lo que era
ni tampoco lo que contaban.

Y las calles vacías digan lo que digan
siempre empujan al infierno.
Los bares nunca resolvieron
y reconozco que el humo
no fue de las mejores compañeras,
pero la soledad es celosa
y aunque rabien las horas
a ella le da igual.

Cuento jugando a ser niño
los minutos de mis ventanas,
hago trapecios con mis manías
y dejo pasar las noches
para seguir soñando con el silencio,
pero hay cosas
que deben ser mordidas
por uno mismo.

Los días a veces no fueron fieles
y no siempre hubo
desayuno con diamantes
pero el sol fue guía de mi piel,
y esta sonrisa tatuada de por vida
luchó y venció por ti,
porque aunque no lo sepas
tu eres la autora de mis días.











Vita

Viene de dentro y nadie lo entiende.
Es muy sencillo pero lo complicamos.

Y quiero  gritar pero no encuentra la voz
y quiero luchar pero no encuentro la mirada.

Ahora en esta soledad mía
entiendo que el tiempo no hace amigos,
los amigos se hacen con tiempo.
Y que a nadie le interesa entender
pero seguro que el mar me guarda algún amanecer.

Al crecer aprendemos a buscarnos la vida,
es la primera regla de supervivencia
y es la primera soga de nuestro caminar,
y olvidamos lo importante…
compartir lo que realmente nos hace vivos:
nuestra vida.


Aprendiz.

Aprendí que el tiempo no se detiene pero las personas si,
que la vida no se evapora pero si la memoria
y aprendí que nunca sabes cuál será el último beso
ni la primera de muchas.
Así que te escribo con lo que me queda de tu recuerdo
para que el amor no se detenga en mis venas

ni mi memoria borre los besos que una vez te di.