La mirada que sueña.




Yo no sé si esto que digo es lo acertado,
pero cada vez que escribo
siento la vida más cerca de mí,
y en tus ojos más amor,
aunque esto que escribo
carezca de sentido para ti.
Pero mi corazón eleva el peso de mi cuerpo,
viajo por encima de tu piel,
rozo el suelo de los locos
y al llegar la luz en mi ventana,
queda en el silencio de mis sueños
la verdad de mis pecados.
Yo no sé si esto que digo es lo acertado,
pero en mi pecho iras conmigo.

La sangre me lo dice,
y el cielo ya llora por nosotros.


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