Despedida de un verso

Afirmó el verso
que escondido entre mis latidos,
pronuncio un te quiero,
y él que sabia del secreto de las palabras,
no contento con el giro me dijo;

- ¡tan solo son letras!,
y aquellas que posan dentro del corazón,
malviven en la sien de quien no las pronuncia,
pero cierto es que solo son letras
y depende de quién, cuando y donde se apunten,
porque la forma solo es el principio de la emoción.

Seguidamente el verso reclino su escritura en metáfora,
alzandose en la víspera de una mañana ya anunciada,
y dejando a la luna huérfana de sus miradas, como un viajero sin destino,
se volvío y marcho por donde vino.
Allá donde fuera nunca lo sabré,
tan solo el recuerdo será lo único que tendré.

Me dejó una fábula convertida en vino,
un puñado de noches en soledad
y mil maneras para recordar,
y al tanto de mi tinta corriendo por las líneas,
ya lejos de mí encontré el porqué de ti,
entre las comas y los puntos de estas letras mías,
donde hallé la perfección del verso.
El final del significado de las letras
está detrás de la pasión de mis ojos.

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