Paredes (La vida de los árboles)

Me falta tiempo, me sobran los días,
me ahogan las noches,
me enredo entre sabanas frías,
me consumo delante del papel
y suplico a la tinta que está vez sea la última.

Me duele el pecho y presiento
que esta vez no es por el humo.
Me he dado cuenta que mis lágrimas no saben amar,
y mi voz es tan frágil, como estas manos que escriben.

Me devoran los versos, las pasiones pasadas,
el frío del poeta cuando recuerda
que un poema no cobra vida.

Me agotan las vidas de los demás,
los principios, sus distancias,
la forma de vida que pretenden consumir.

Me canso de no poder olvidar,
de tener que gravar cada acto de esta función disparatada,
para luego saber que de nada sirvió rezar.
Y volver a empezar pero nunca poder encontrar el principio,
tener esa sensación que todo termina siendo,
una copia sobre otra de algo que ya viví en mi memoria.

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