De mi Madrid

Del café de Gijón y su olor a franela,
de los espejos y el ruido frenético,
de Ortega y sus reuniones clandestinas,
de la libertad en libertad 8 que tanto anhelo,
de la Gran Vía y su locura de entre sus calles,
de los versos al aire, de esa revista que nunca alcanzo la luz.

De las risas en la cuba madrileña,
de los bailes desenfadados del oeste,
de la leche pantera y miles de conversaciones que quedaron a medias,
de ese autobús, 627, de los cristales empañados del sudor del día a día,
de la sevillana y el fino en la taberna,
de las cuevas y sus frases de poesía,
de Serrat al piano y yo muriendo por ti,
de esos domingos de malas caras y que bien arropado en el sofá,
de las escapadas a media noche en la Notte y sus camareras,
del retiro al murmullo arrogante de Alcalá,
de los teatros y el arte libre de las calles,
de Noviembre y su sonrisa de goma,
del fantasma de media noche y el loco terapeuta,
de la C8 y de lo que tanto aprendimos con un café,
de esos servicios naranjas que si hablaran…

De los balcones refinados de la reina victoria,
de la línea 6, ¡cuanto me has enseñado!,
del rastro y esa alegría que se respiraba,
del bar que hacia esquina, comiendo por la calle,
de esta melancolía, dulce recuerdo a pesar de los pesares.

1 comentario:

  1. solo comentar de este verso, que según iba leyendo iba imaginando todo, como cuando todo el mundo pasa rapidamente por las prisas y tú estas tranquilo sin ir a ninguna parte apreciando hasta un papel que cae al suelo.., y antes de llegar a la palabra melancolía, la estaba pensado, pq este verso para mi es esa melancolia de buenos recuerdos en blanco y negro
    una vez mas...me quito el sombrero!

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